Semillas y aceite de sésamo


El sésamo o ajónjoli es una semilla oleaginosa originaria de la India y África que se ha ido expandiendo gracias a su versatilidad y utilidad en multitud de recetas hasta convertirse en una de las semillas más consumidas a nivel mundial.

El aceite de sésamo o ajónjoli es uno de los productos que se pueden obtener a partir de este alimento debido a que la grasa es el componente más abundante, dentro de la que destacan los ácidos grasos esenciales ω-6 , por lo que se dice que se trata de una grasa de buena calidad. Además estas semillas son ricas en compuestos antioxidantes, fitoesteroles, lecitinas, proteínas de alto valor biológico entre las que destacan los aminoácidos metionina y triptófano, fibra y micronutrientes como calcio (más abundante que en la leche), magnesio, hierro, fósforo , vitaminas del grupo B (B1 y B1), vitamina A y tocoferol (vitamina E).


Esta rica composición ha hecho que el sésamo se convierta en un producto prácticamente esencial para muchas personas, ya no solo por sus aportaciones a la dieta sino también por sus usos en otros campos como la cosmética. Entre estas propiedades destacan:


·         Prevención de enfermedades cardiovasculares: está demostrado  que fibra y mucílagos presentes en la semilla captan el colesterol de la dieta impidiendo que este se absorba. Además la presencia de lecitinas y fitoesteroles ayudan a reducir el nivel de lípidos sanguíneos ayudados por compuestos antioxidantes como zinc o selenio.

·         Prevención de enfermedades inflamatorias y regulador del sistema inmune: el zinc y el selenio actúan como reguladores del sistema inmune y los ácidos grasos poliinsaturados median en la respuesta inflamatoria.

·         Antioxidante y anti-radicales libres:  múltiples estudios afirman que el las semillas de sésamo ayudan a prevenir el cáncer y algunas enfermedades degenerativas gracias a su alto contenido en sustancias antioxidantes, ácidos grasos esenciales y fibra  que captan y eliminan los compuestos tóxicos como los radicales libres evitando así que sean absorbidos por el organismo.

·          Anemia: minerales como el hierro o el cobre aceleran la recuperación de las personas que sufren anemia y ayudan a prevenirla.

·         Osteoporosis y menopausia: la combinación del alto contenido de calcio y fósforo ayuda a frenar los daños óseos que se pueden producir como consecuencia de la menopausia.


Además de por los beneficios mencionados, estas semillas también se utilizan para combatir el estreñimiento y la retención de líquidos, disminuir el nivel de glucosa en sangre, hidratar y calmar las irritaciones de la piel, fortalecer el pelo y la uñas y mejorar la memoria.


El sésamo puede consumirse en forma de aceite o de semilla cruda o tostada, en el caso de hacerlo de estas dos últimas formas la semilla debe ser triturada o molida para romper bien la pared celular de manera que los nutrientes queden liberados y podamos absorberlos.


En el ámbito culinario tanto el producto entero como el aceite tienen gran utilidad, como por ejemplo para la elaboración de galletas, ensaladas, panes o platos hechos a partir de pasta de sésamo como el hummus.



Bibliografía

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